Como sabréis algunos, además de friki intrascendental soy profesor de instituto, concretamente de biología. Durante todo este tiempo me he abstenido de hacer comentarios sobre esta faceta de mi vida, en (buena) parte porque no me considero un gran profesor, ni tengo un gran bagaje a mis espaldas que pueda compartir con el mundo. Sin embargo, unos comentarios surgidos del nuevo blog de Pepo Pérez me han hecho replantearme la cuestión. Conretamente fueron estos:
“En las escuelas no nos enseñan que todo hombre o mujer tiene en su interior la habilidad de reorganizar el universo percibido a su imagen, ojalá. Más bien nos enseñan a pasar por el aro.”
"A pasar por el aro..." Era una visión de la escuela como lugar aleccionador, al servicio de un proyecto maléfico, que me tocó la fibra. Empecé a pensar en cuánta gente puede pensar esto. Y lo que es peor a mis ojos: gente joven, de mi edad o menos, que han conocido una escuela pública bastante liberal y progresista, alejada de “espíritus nacionales” y demás gilipolleces. Hay más ejemplos, como el de la canción de Fito:
“El colegio poco me enseño...si es por el maestro nunca aprendo a...”
El maestro como obstáculo en la adquisición de conocimiento, en lugar de mediador. Leches. Y esto en boca de un supuesto ídolo de masas, o por lo menos uno que suena en los 40 Principales, ya saben, esa cadena que escuchan mentes jóvenes dispuestas a beberse las ideas... Brrr!!
Todo esto me ha hecho replantearme mi posición, así que voy a empezar a colgar por aquí mis impresiones, experiencias, anécdotas y demás relacionadas con el excitante mundo de la educación secundaria. Y, para empezar, mi visión personal del embrollo tras 6 años bajo la pizarra:
Mi padre es un cateto de la Axarquía malagueña. Dicho con todo el respeto y el cariño del mundo. Mi padre no estudió. En los años de la posguerra en el campo andaluz aquello era una quimera. No había ni escuela en el pueblo. Mi padre es analfabeto funcional. Pero no es que no tuvo otra opción.
A lo largo de los 50 y los 60 se fueron construyendo, poco a poco, más centros de enseñanza en Málaga. Sin embargo, era común que los niños solo asistieran a la educación básica, lo que luego muchos conocimos como EGB, o ni eso. En cuanto sabían lo básico, a trabajar, que hacía falta el dinero en casa.
En 1968 se inauguró el IES Monterroso, de Estepona, el primer instituto de enseñanza secundaria (enaquella época, bachillerato) que se fundó en la provincia de Málaga fuera de la capital y, curiosamente, el centro en que trabajo actualmente. A lo largo de los 70, fue calando en la mente de la sociedad la idea de que el hijo de un trabajador podía llegar a tener estudios superiores, a la universidad y a ser alguien en la vida.
Mi generación es la de los 80. Muchos de vosotros también lo seréis. En aquella época era una desgracia familiar que un hijo o hija no “sirviera” para estudiar. Y la frase demoledora: los listos, a BUP; los tontos, a FP. Aquellos pobres desgraciaditos que abandonaban los estudios tras pasar a trancas y barrancas por la EGB eran ocultados y disculpados ante la familia en bautizos y bodas. Casi TODOS fuimos a la universidad, lo que hizo que en 2 años el número de matriculados en primero de biología pasara de 50 a 250 (verídico).
En Andalucía, hoy día, estudiar es gratis. Los libros están subvencionados por la Junta de Andalucía. Lo mismo ocurre con los servicios de autobús y comedor. Todos los chicos tienen internet en sus casas, una ventana abierta al mundo, con su google y su wikipedia y sus descargas de libros y música y fotografías. Y si no los tienen en casa, los tienen en el centro, tanto si es TIC como si no, aunque sea en plataforma Linux. Casi todos los periódicos regalan con el suplemento dominical libros por unos pocos euros más, y ediciones baratas pero más que dignas de grandes y pequeñas obras son vendidas por fascículos en los kioskos. Hay bibliotecas en absolutamente TODAS las localidades.
Y sin embargo, el fracaso escolar, el absentismo y el abandono de los estudios están alcanzando cotas inimaginadas hace décadas.
Por primera vez en la historia se está produciendo una vuelta de tortilla educativa: teniendo todos los medios a su alacance, los chavales no estudian PORQUE NO LES DÁ LA GANA.
Seguiremos...