miércoles, 11 de febrero de 2009

Paternidad

¿Por qué es necesario sufrir?

Mi hija nació hace 17 días. Fue una jornada muy larga, que comenzó a las 8 de la mañana de un sábado, cuando reconocieron a María del Mar en la cuarta planta del Hospital Materno Infantil y la bajaron a paritorios. Todavía no había dilatado lo suficiente, pero la iban a ayudar con un generoso chute de oxitocina.

A la una de la tarde el dolor de las contracciones se había vuelto bastante insoportable, y, por fin, le aplicaron la epidural. Desgraciadamente, el cuerpo humano no es un test dummy, y la anestesia solo le hizo efecto en el lado derecho del cuerpo. Hicieron falta 3 “bolos” de epidural para calmar los dolores. Lógicamente, eso hizo que perdiera la sensibilidad; María del Mar no notaba si estaba empujando bien, lo que aumentó su ansiedad.

A las 11:30 de la noche, después de 12 horas de paritorio, oxitocina, sonda, epidural, suero salino y muchas, demasiadas, exploraciones, por fin alguien decidió que era hora de aplicar una cesárea. A buenas horas. Cuando vi como se la llevaban en unas angarillas metálicas la única imagen que pasó por mi mente fue la de un accidentado en una carretera. Mi madre dice que me puse blanco...

A las 12:15 nos avisaron por megafonía. Nuestra hija había nacido y, gracias a que mi madre llevaba su bata de auxiliar de clínica, nos dejaron pasar a nido, a verla. Mi hermana estuvo sembrada: a la entrada de nido hay un cartel que prohíbe hacer fotografías. Marina exclamó un exabrupto (“Y una polla”) y le sacó la primera foto a su sobrina con el móvil. Y no pude disfrutar el momento todo lo que hubiera querido, porque conforme llegábamos a nido me informaron que la cesárea todavía no había acabado.

Finalmente, a la 1:00 de la mañana, pudimos pasar a ver a la madre a post-operatorio (bendita bata de Carlos Haya). Se encontraba reventada, pero bien. Muy contenta. Ya había visto a nuestra hija, y ya se había dirigido a ella por su nombre: Celia.

A las 4:00 subieron a María del Mar a planta. Y a las 4:15 subieron a Celia. La jornada no había acabado. Mi mujer estaba sondada, con dos vías, 13 grapas en el abdomen y tres capas de puntos (en útero, abdominales y peritoneo), sin poder moverse por los efectos de la epidural. Mi hija lloraba y yo no sabía que hacer. Fue una noche memorable.



Es muy extraño esto de la paternidad.

Siempre he pensado, dado mi experiencia personal, que hay que mantener una distancia con los hijos. Como dice un tío más listo que yo, como los hijos no elegimos a los padres, ni los padres elegimos a los hijos, pues vamos a intentar llevarnos bien. Y desde el primer momento he intentado ver a mi hija como una personita propia, que solo pertenece a ella misma. Así que no me hago ilusiones sobre si será buena estudiante o no, si compartirá los, ejem, vicios paternos o no, sobre si será lista, simpática o buena chica. Que sea como sea, y ya lidiaremos con ello.

Incluso he intentado buscarle deliberadamente defectos. Que si tiene papadita, que si tiene el labio superior muy separado de la nariz, que si tiene las cejas abultadas (en esto ha salido al padre, mala suerte), que si qué pies más grandes... Para nada. La dopamina ha colapsado los receptores adrenérgicos de mis neuronas y me encuentro sumido en un mundo pequeño, blandito y pastel, donde todo es bonito. Y Celia es la niña más bonita del mundo...






Bueno, ustedes de ahí, que nunca sé quién está al otro lado: que ya he regresado al trabajo, así que este su blog va a cambiar su nombre: Procastrinando Elefantes. Nos vemos más de seguiditoooo...!

Saludosh...

8 comentarios:

FranciX dijo...

Enhorabuenaaa!!!

Bienvenido a ese mundo blandito, rosa y feliz. Te informo de que tardará muuuucho tiempo en pasarte el efecto. ¡Disfrutad de Celia!

¡Viva la procastrinación! Cómo la añoro... ains

Bruce dijo...

Felicidades y ánimo.. 2 años sin dormir una noche de corrido se pasan rápido xdddd

Plissken dijo...

Menuda odisea caballero. Esos nervios y esa ansiedad no las deseo yo ni a mi peor enemigo. Afortunadamente, todo ha salido bien y esperemos que en algunas de esas más que previsibles noches en vela nos deje por aquí alguna de sus habituales perlas virtuales. Otro papá más en la colla avilesina, ya no saben qué hacer ustedes para conseguir mejores dibujos ;D Un abrazo, caballero, y un saludo para Maria del Mar de Leti y mío.

Alberto Díaz dijo...

Hey, muchas gracias por esas palabras, apañeros.

FranciX: ...y que dure!

Bruce: Llevo desde los 18 años sin dormir una noche de corrido, asín que... pero gracias por los "ánimos", amiguete...

Plissken: Tío... no me piques más, coñe, que este año NO VOY A AVILÉS, JODER. YA.

Un abraso!

Oscar_Bcn dijo...

ante todo felicidades y enhorabuena de un neo pater a otro neo pater. Lo mio fuen un camino de rosas comparado con tu odisea pero bueno me alegro que todo haya salido bien y ahora a disfrutar. Una cosa si te digo de aqui a poco cuando tu niña te ria las gracias y te reconozca cuando la llamas y te mire fijamente dejaras de lado eso de que ella es de ella y por el resto de tu vida pensaras que es tuya y solo tuya y que ningun cabronazo de novio que se busque sera capaz de quererla como tu, si no al tiempo ya me diras.
Y contestando a Plissken que no sea tan joputa que ya le tocara a el ser padre aunque ahora diga que no. En fins a mi al menos me queda el consuelo de que si no fallan a bcn vienen jim lee y mike mignola mooooola

un abrazo desde bcn y a disfrutar
NEO PATER

Peter dijo...

(como ya hemos hablado varias veces de tu.........
CAMBIO RADICAAAAAAAAAAAAAAL!!!
me dedicaré solo a hacer este estupido comentario)

increible narración: eres capaz de hacerla al "modo Bendis"??

Un abrazo!

Alberto Díaz dijo...

Oootra vez gracias por esos ánimos, compañeros de viaje.

Oscar:
Tengo una solución a nuestro problema común: le insertamos a nuestras nenas unos chips detrás de la oreja que sea GPS, control de alcoholemia y sustancias, y táser anti-maromos. Creo que se comercializará a partir de 2010...

Peter:
Por supuesto que puedo repetir la narración en modo Bendis... pero necesitaría unos 25 posts para comentar la misma peripecia. Y un dibujante cañon para ilustrarlo todo, of course.

En fin, volvemos a los pañales...

Pablo G. Naranjo dijo...

Felicidades. Como codiscipulo tuyo en eso de la paternidad solo puedo decir que estoy totalmente enamorado de mi hija.