¡Qué pronto se rompen las promesas! Cuando decidí abrir este blog, hice voto de no hablar de asuntos relacionados con esto. Más que nada porque no creo que tenga la suficiente experiencia para poder enseñar nada. Sin embargo, un suceso reciente me ha hecho levantar esa autoprohibición.
Acabo de leer esto:
Así es, he picado en la nostalgia. Pues bien, me fijo en los créditos y me encuentro con esta llamada:
"Nota de los editores: Hemos hecho lo posible para contactar con los traductores originales de la obra para la presente edición. Si hay alguien que se sienta agraviado por esta situación, rogamos que se ponga en contacto con nosotros para poder solucionarlo lo más pronto posible."
¿Qué significa este mensaje? Lo primero que pensé es que Norma había utilizado la traducción de la primera edición de Grijalbo para esta edición. Desafortunadamente, no poseo esa edición (si la poseyera, no habría comprado el tebeo, claro), y mi memoria es un desastre, así que no he podido comprobarlo. Pero más abajo se acredita la traducción a una tal "Montse" (así, sin apellidos). Y aún más: en el tomo inédito (el 11), la traducción está acreditada a Pilar Garriga, y no se hace mención a traductores originales. Lógico, es un tebeo inédito.
Si se ha utilizado la traducción original, ¿para qué acreditar a la tal Montse? Si lo ha traducido esta señorita, ¿para qué pedir disculpas a los traductores originales?
El hecho de que Montse no tenga apellidos puede inducir a pensar que se trate de un gazapo. Esta chica puede ser un miembro de la plantilla de Norma que ha facilitado el album original de Grijalbo, o quien ha hecho la transcripción del mismo para su rotulación informática, o una correctora, o cualquier persona minimamente relacionada con la producción de este tebeo.
Pero es la nota a los traductores originales la que me llama la atención. Después de 20 años, ponemos un disclaimer para evitarnos lios con una traducción. Y, con mi inexperiencia, o experiencia distorsionada en mano, pregunto: ¿las traducciones tienen contratos vinculantes? Quiero decir, si eres el traductor de una obra, ¿es posible firmar un contrato que especifique que vas a serlo para siempre?
En los últimos... a ver... 4 años hemos visto reediciones y reediciones, a veces de material muy reciente, en las que los textos eran retraducidos sin piedad. Hablo de obras cuya traducción ya era muy buena en su tiempo, realizada por señores de quitarse el sombrero, y que pocos años después han sido retraducidas, a veces sin el menor acierto. Si, estoy hablando del JLA-Vengadores, de Watchmen, de Twilight, del Clásicos DC: JLA/JLE, etc. Durante estos años, cada vez que veía una obra retraducida pensaba: "Bueno, quizá si usan la traducción de Fulano de Tal tendrían que pagarle royaltis a esa persona porque utilizan su obra, y a lo mejor sale más barato pagar a un donnadie (con perdón) por una traducción nueva." Suena lógico, creo. Sin embargo, ahora nos encontramos con que una editorial (además, una de las potentes) se disculpa por no poder contar con los traductores originales de una obra.
Volveremos sobre este tema más adelante...
#ZNCine – Las noticias de la semana #4 Noviembre
Hace 2 horas
7 comentarios:
Muy interesante. Entonces si no soy capaz de ponerme en contacto con Jim Starlin puedo publicar Dreadstar con una nota de disculpa, ¿no? Eso facilita enormemente mi proyecto editorial, jajaja.
Es curioso eso de las traducciones, y muy interesante tu reflexión.
Curioso, realmente. Desconociendo el tema, supongo que los derechos de la traducción se corresponden con cada edición y caso de emplearlos deberían pagar unos derechos por ese trabajo ya realizado. Quizá sea más barato pagar a un packager o un becario una nueva traducción, no necesariamente mejor que la original, o emplear directamente su trabajo sin pagar los mencionados derechos. En cualquier caso Alberto, ¡¡mantennos informados!!
FranciX: ¡¡¡NOOOO!!! ¡¡Un proyecto editorial NOOOOOOOO!!! Es un consejo personal de su canal coleguita.
Plissken: Ésa es la cuestión, amigo mío. ¿Qué sale más rentable (que no barato), pagar unos derechos por una traducción antigua pero muy recomendable, o pagar una nueva traducción más barata pero que levante las críticas más voraces?
Vaya, y yo que ya estaba pensando en sacar Miracleman, porque no he podido ponerme en contacto ni con Gaiman ni con McFarlane... y mira que he chillado desde mi terraza, pero no ha habido manera. Es que tengo que depurar mi inglés... :D
Entonces una traducción tiene derechos de autor del traductor y no de la editorial que lo publica, ¿no? La verdad es que es un follón.
FranciX, te aseguro que NADA me molaría más que una nueva edición de Miracleman, pero eso sí, si yo la editase (juas, juas, juas... es que me mondo...) movería cielo y tierra para poder utilizar la traducción original de Lorenzo Díaz. Díaz hizo un auténtico encaje de bolillos en esa obra y no creo que nadie pueda mejorar esa traducción. Pero vamos, que como posibilidad es remota.
Por posibilidad remota quiero decir que yo llegue alguín día utópico a editar esa obra, eh? Bueno, y que se reedite en general también, que los derechos son un caos.
tu primo: dejame el tebeo ese, que eres un agonia y tienes muchos.
Publicar un comentario