lunes, 10 de noviembre de 2008

Niños pequeños.

Pues llevaba ya dos semanas que obligaciones de todo tipo me habían impedido pasar por el Antro del Vicio, así que este sábado aproveché pa echarme un cafés con Peter y abastecerme de estupefacientes (decía mi padre que se me ponía cara de tonto cuando leía un tebeo). Nos juntamos allí unos cuantos parroquianos y la conversación derivó a una circunstancia que sufría en silencio, pero que ahora aliviado descubro que es mal común: las parejas y los tebeos.

Así, poco a poco fuimos desvelando nuestras pequeñas miserias doméstico-tebeíles. Como, a los 30 y tantos años de edad, volvemos a entrar en casa, esta vez la nuestra propia, con el estómago encogido para ocultar la abultada compra de la semana; como un reputado cirujano del complejo hospitalario Carlos Haya de Málaga, de fama nacional, hacía sus compras semanales aprovechando el rato que su señora estaba en el gimnasio (Peter dixit); como yo mismo llevo adelante esta adicción mediante pequeños desfalcos a la economía familiar.

O sea, y como muy bien apuntó uno de los presentes: le ocultábamos los cómics a nuestras madres, y ahora se los ocultamos a nuestras parejas. Patético.

Lo cual me hizo pensar... ¿Cómo tiene que ser eso de que tu pareja sea tan friki como tú? Y claro, me acordé de Peter y Mamen, de Plissken y Sparks, de los señores Skellington... ¿Cómo va la cosa? A ver, ¿se echan unos cohetillos y luego, en el aftermath, a leer juntos tebeos? ¿Las peleas domésticas giran entorno a qué original vamos a comprar? "No nene, compramos 2 figuras de Thor, que luego nos separamos y hay que partirla..." Y, por supuesto, nada de "Cari, ya que vamos a Barcelona, podríamos aprovechar para hacer un poco de turismo, ¿no?"

Compañeros de fatigas, espero ese feedback.

Saludosh...

6 comentarios:

Peter Rodriguez dijo...

Joer me tiras de la lengua y hay que hecharse el barro, pero yo lo que arrastro es mucho mucho barro, pero que demonios, uno ya tiene la fama:
pues nunca me duraban mucho las parientas, xq eso de "los comics o yo" nunca lo dicen, pero tratan de implantarlo subliminalmente, y uno es muy escorpio y cabezota. Pero tuve la suerte (y ojo que sé que tu también la tienes Alberto, aunque no sea en atributos tebeísticos) que mi señora, mi wonder, escapó del mismo psiquiatrico que yo (ella de la promoción del 82 y yo del 79) y aunque es dificil superar mi "enfermedad" porque llevo la tinta en la sangre, ella habia leido algo de predicador y liberty meadows y ojo, hay que admitirlo, conocí "el caballero despollado" de Norberto gracias a ella!
Sobre los padres, pués ellos ya me dieron algunos ántes de que supiera leer porque asi me callaba, asi que no se me quejen (y mi madre tiene que tener más bolsos y zapatos y ropa que yo comics). Así que crecí metiendolos en casa poco a poco hasta que mis padres se dieron cuenta de que eso nunca pararía y mi padre con el tiempo se dio cuenta de que esos papeles que me/le costaban los cuartos ya no eran meros objetos, sino un "patrimonio".
Y para terminar de pringarse, pues sí, leo tebeos después del goce carnal, de vez en cuando, Mamen menos, y una vez me intentó hacer un trabajo oral mientras leia (se empeñaba ella!) pero no podia concentrarme en el tebeo... y era el Vengadores Desunidos!!

Ea, ahí queda eso

Un abrazo

Alberto Díaz dijo...

Peter... esa era más información de la que necesitaba, amigo mío.

Con la Teniente O´Neill nunca he tenido esa disyuntiva "yo o..." A ella no es que no le gusten los cómics, es que es "acomicófila": pasa de ellos como de la M. Lo cual es una ventaja, porque como no los controla puedo hacer pasar un tebeo recién comprado por uno más viejo: "no, nena, si este me lo compré hace un par de meses..." Espera, que cabo de darme cuenta de lo patético que soy...

De todas formas para mí es más una razón económica que viciosa: cuando digo desfalco, quiero decir desfalco. Si algún día María del Mar se enterara del dinero que me dejo mes a mes en tebeítos temblaba Roma.

Siempre nos quedará Avilés!
Un abrazoooo!

Pablo G. Naranjo dijo...

Desde luego, es una verdad como un templo. Oye, muy buen blog.

Mi mujer respeta mi afición pero no puede evitar un pellizco de verguenza al entrar con la bolsa llena de tebeos y la cartera vacía :P

Alberto Díaz dijo...

Sr. Ternín, a ver si con las siguientes generaciones la vergüenza se disipa.

Y su blog tampoc esta nada mal;)

Nacho R2 dijo...

Llego tarde a contestar, pero allá va:

Hola, soy Nacho y... compro comics.
Hola Naaaaaaaaaaaaacho!!!!!
Empece joven, tan solo era un niño, con los Mortadelos, pero.... una cosa lleva a la otra y a otra mas... y no lo puedes dejar.
Con 14 años entre en reinsercción con la sociedad y empece a salir con amigos, cambie los comics por el alcohol y a los 17 conoci a mi chica, Eva.
Al poco de empezar a salir, compre, por casualidad un comic de los 4F de Heroes Reborn de Jim Lee, por ver como andaban las cosas.
Y recai....
Y mas fuerte que antes...
Y arrastre a mi pareja....
Ahora intento reinsertarme de nuevo, intentando cambiar los comics por estatuas y/o originales.
Pero Eva.... cayó en un pozo. Antes las compras eran 90% para mi y un 10% para ella. Ahora se le da la vuelta a la estadistica, y mi 10% de compra primero tiene que pasar su filtro, por lo que ella disfruta de todas las lecturas antes que yo.

Piensatelo Alberto, si al final eres el que mas suerte tienes... Son TUS comics. Piensa que Eva sabe antes que yo lo que ocurre en Muertos Vivientes, Fabulas, Bone, Angel Caido, Hulka....

Tendria que volver al alcohol!!!

Nacho

Plissken dijo...

Buf, yo voy aun con más retraso...

Estoy enganchado desde los diez años, primero con lo que me compraba mi abuelo y luego ya con mi asignación, paga o sueldo. Mi padre llegó a preguntarme si no me daba vergüenza seguir leyendo tebeos a mis veintipico -de eso hace ya una década-. Miss Sparks me conoció en plenitud de facultades lectoras y coleccionistas, y ella misma era aficionada de Conan o Esther y su mundo, y ha ido leyendo cositas desde entonces, pero no es la misma pasión que le devora a un servidor. He invertido MILLONES de pesetas en tebeos que muchas veces solo he leido una vez y por puro afan de coleccionismo, mientras que otros los he fundido de tanto releerlos. Creo que lo fundamental en ese aspecto es el respeto mutuo y punto. Para navidad propongo una serie de post temáticos sobre nuestros antros de coleccionista, tanto comics como figuritas ;D