jueves, 10 de abril de 2008

Esta semana estoy leyendo...

El sábado fue mi semanal excursión al antro del vicio, a por mi dosis semanal. Esta semana, con la lista lo-ca de la vida por delante, la cosa se decantó por la BD.

La verdad es que he tenido malas experiencias comprando BD. Más que nada, con la BD de última hornada, ésa pobre que tiene que competir con el cómic USA y, sobre todo, con el manga. Cuando yo era pequeñito me encantaba leer albumes porque, aparte de lo diferentes y exóticos que me resultaban respecto de los cómics de tíos en mallas habituales, tenían mucha miga. Es decir, que te pasabas un buen rato leyéndolos. A veces, tenías hasta que leerlos en varias sentadas.

Sin embargo, en los últimos años, supongo que debido al empuje de otras formas de cómic en Francia, me estoy encontrando con BD´s que son más simples que el mecanismo de un botijo. Y con simples me refiero a que intentan adaptar elestilo americano o japones a una BD, es decir, páginas de 6-8 viñetas como máximo y lectura ligera. Y claro, pagar 15 leuracos por un tebeo de 48 páginas que te lees en un pispas, pues no mola. Por eso me gustan tanto los integrales de BD y por eso me jode tanto que Norma haya decidido sacar Percevan en tomos individuales (pero vamos, Percevan esta claro que me lo voy a comprar).

Pues este sábado han caido dos Bd´s. Una es esta:

Debo decir que el primer tomo de Jazz Maynard lo leí con muchas ganas, debido al revuelo que había levantado en el espacio comiquero español (ver aqui, aqui y aqui). Además, es de autores españoles, y de los añejos. Todavía tengo el Violencia Sónica que Raule hizo para Camaleón. Pero luego me dejó un regustillo agridulce en los labios. Le encontré demasiados defectillos.

El dibujo de Roger, en principio muy atractivo, se me fue antojando progresivamente demasiado basado en un peculiar estilo de dibujar primeros planos y la figura humana. Le echaba en falta objetos, fondos. La gama cromática no es que sea monótona, es que es inexistente. A ver, una cosa es utilizar una paleta monocromática para enfatizar una escena (un flashback, un momento de tensión, un spin) y otra muy distinta es que TODO el album sea monocromático.

Y el guión, pese a ser correcto, también tenía sus lastres. A mi entender las cosas ocurren "por la cara," sin seguir un hilo fijo. No he sido capaz de distinguir los tres elementos básicos con los que siempre se machaca desde el instituto: introducción, nudo y desenlace. Todo el tebeo es una larga introducción salpicada de anécdotas. Y el personaje principal, que da nombre al álbum, pues que alguien me explique quién es: ¿un trompetista? ¿un hitman? ¿un superninja? ¿un primo de Cowboy Beebop? ¿el tío más guay del universo?

Pese a todo, Jazz Maynard me convenció lo suficiente como para comprar la segunda parte, y debo decir que me ha gustado más que el primero. Algunos detalles del primer tomo se solventan en este segundo, sobretodo el tema de los fondos en las viñetas y el guión, bastante más redondo que en el primero. En fin, que al final aquí estoy, como un tonto esperando la salida del tercero.

La segunda compra si que no tiene ningún defecto que objetarle:

Cómo me ha gustado este tebeo. Esto sí que es steampunk, y no otros experimentos gráficos. Desconocía de primera mano el trabajo de Enrique Breccia (shame on me!), pero me ha conquistado. A Dorison ya le conocía de su serie WEST (fantástica), así que nada que añadir. Solo recomendar a todos los que leáis estas palabras su compra.

Una sola curiosidad, y la lanzo en forma de pregunta a aquellos que pudieran estar oyendo: ¿es deformación por haber leído la Liga de los Hombres Extrardinarios, o el dibujo de Breccia recuerda a un Kevin O`neill... más mejor?

Saludosh...

2 comentarios:

Peter dijo...

Saludos caballero,

me has picado el gusanillo con el Maynard; al primer tomo le heché un vistazo y la verdad me resultaron más entretenidas las historias porno de Roger en el penthouse comix, pero el 2º es verdad que está saliendo bastante bien y que se recomienda mucho. Todavía no ha caido, ya diré...
Pero sobre los centinelas coincido en que es un pedazo de gran obra que será por el BD que se me asocia un poco a los primeros Enki Bilal y la naturalidad que tiene el comic gabacho para embarrarse y ensuciarse.
Sobre Breccia hijo reitero que es un genio a la altura de su padre, y recomiendo su etapa en la última cosa del pantano, aqui inédita, que aunque sí, es un intento de reconstruir una franquicia vértigo con unos guiones que ni asoman a superar las anteriores famosas etapas del personaje, nada más con el talento gráfico de Breccia y algún que otro número de Corben se me hicieron una delicia de tebeos.
Curiosa tu apreciación de Breccia y kevin O´Neil.
Saludos!

FranciX dijo...

¿Breccia y Oneil? Habrá que analizarlo.